Elijo equivocarme

Mañana me voy a la playa y no volveré hasta que sea primavera, desde este punto de vista las vacaciones parecen mucho más largas. No sé qué tiempo va a hacer, pero me da igual, me apetece saludar al mar y recargar las pilas de la serenidad que últimamente me esquiva. Desde que empecé a trabajar mis sentidos andan embotados, la rutina puede con mi ánimo y mi ilusión. Trato de mantenerme lo suficientemente viva como para afrontar cada madrugón de lunes, aguantar como sea la semana y llegar al finde para descansar y poder volver a empezar. Para eso me pagan, como a todos, pero una vez más pienso en si no hay otra forma de conseguirlo. Elijo equivocarme y continuar, elijo el camino aparentemente más cómodo de obtener seguridad y no elijo disfrutar de cada día y cada momento. Sólo espero que llegue el día en que sea capaz de tener el valor de decidirme a cambiar de vida, aunque no sé como va a llegar ese día si no hago más que darle la espalda. Por ahora sólo sé que me voy a tratar...