Por el otro lado

- ¿Cuanto me quieres?.
- Te quiero así de grande.
Y abrió los brazos en cruz.
- Pues yo te quiero así de grande.
Y entre risas, abrió los brazos como si tratara de abrazar a un oso.
- Pues yo así de grande!.
Y la abrazó mientras la llenaba de besos.
Ella juntó el índice y el pulgar, apretándolos mucho, y los puso frente a los ojos de él.
- Te quiero así, mi amor.
- Jo.
- Sí... por el otro lado.

Por eso el universo es infinito.

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