Y descendió del Olimpo

Ana Obregón es la persona más inteligente de este planeta, no tengo ninguna duda. Y no la tengo desde que se deja ver con el bellezón que debe de haber conocido en algún paraíso vedado a las demás mortales.

Probablemente tenga que mantenerlo, vale, que igual su capacidad intelectual no llega a poder seguir una conversación interesante de más de diez minutos, bien, que no la quiere, pues ya ves.

La inteligencia no es la capacidad de adaptarse a los cambios, no, la inteligencia es la capacidad de adaptar tu entorno a lo que deseas.
Los cambios los provocas tú.
Si eres lo suficientemente inteligente, el mundo se adaptará a ti.
Para Ana Obregón, que desde hoy es mi ejemplo a seguir, las mañanas son más bellas y las noches mucho más cálidas.
Hay sonrisas que no se pueden fingir.

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