andaba pensando

- Te imaginas que se ha muerto? - Pues no Elisenda, es que tienes unas ideas tremendas. - Rubén, es posible, todos morimos. - Sí, pero tiene 50 años y tenía buena salud cuando perdió el contacto con él. - Eso fue en 2008, ha pasado una eternidad. - Para ser más precisos, ha pasado una eternidad, sucesivas crisis financieras, la pandemia y la 3ª Guerra Mundial, y aún así no creo que haya muerto. - En realidad yo tampoco, solo pensaba cómo de profundas comienzan a ser las ausencias, cómo no hay manera de llenar el vacío que queda cuando ya no se espera volver a ver a alguien. - Vaaaale. Lo dejamos aquí. "My first instinct was to kill you. Quietly, discreetly. But then, the more I learned about you, the more curious I became. Here, at last, seemed to be a mind that rivaled my own, something too complicated and too beautiful to destroy." Jamie Moriarty. Elementary

Y después de todo, allí estabas, mirándome a los ojos, sin saber en qué forma ibas a cambiar el resto de mi vida. Esa fue la segunda vez que me encontré contigo. Ahora sé que sólo con la primera vez fue suficiente. La vida tiene estas pequeñas sorpresas de las que sólo te das cuenta cuando miras al pasado buscando una respuesta. Y es posible que sólo encontremos la respuesta que buscamos porque sólo nos hacemos la pregunta que queremos responder y no otra. Pero la realidad se escribe a golpe de cincel sobre la roca, sin posibilidad de enmienda, ni revisión, ni interpretación. Por eso sé, ahora, que ese fue el momento en que debí tomar un camino que no tomé y que por eso hoy estoy imaginando lo que pudo ser nuestra historia, cuando la realidad me muestra, impasible, que el único lugar posible en que puedo existir es junto a ti y que no hay nada más allá que tenga ningún sentido. The last time

Creo que sólo hay una cosa peor que la censura y es la autocensura. Ya tengo bastante con ser como soy para encima cortarme los dedos, que lo he hecho, pero al menos lo que escribí quedará, porque fue escrito en el momento y en el medio en que fue escrito, y así debe continuar. Sigo pensando como entonces, que escribo sólo para mi y que nada de lo que escribo debería importarle a nadie más que a mi, pero la realidad es la que es y el anonimato del que disfrutaba entonces ya no existe, lo que me condiciona completamente. No tengo ni idea de qué va a ocurrir, los cambios están siendo tan importantes y tan rápidos que no puedo predecir cómo quedarán las cosas, pero lo que si puedo predecir es que no voy a sentirme con la disposición de continuar escribiendo como antes, ni por supuesto, tampoco voy a conseguir que la pregunta que era el motor de este blog pueda continuar moviéndolo. Igual me reinvento o me olvido, no lo sé, igual es sólo una crisis o es un absoluto cambio, tam...

Llega tarde, aunque inexplicablemente, llega. Ahora que le tiene delante no sabe qué hacer, baja la mirada y la hunde en la cerveza, buscando desaparecer. Debería haber dejado las cosas como estaban, era mucho más cómodo, pero tenía que intentarlo, como siempre, y ahora se acerca, se saludan y se sienta frente a ella. - Bueno, pues, ¿qué tal? Sonríe disfrutando de la diversión, se siente tan seguro de sí mismo que resulta adorable tanta ingenuidad. - Bien, aqui, como siempre Está asombrada de que le haya salido la voz, la cerveza habrá tenido que ver, así que continúa. - Este sitio ha cambiado mucho, creí que no podía ser peor, pero si, mira, se han superado ¿ya lo conocías así? - Si, aunque vengo muy de vez en cuando, si no me hubieras mandado un mensaje no habría venido Mira la cerveza de ella, se gira hacia el camarero y pide otra, bebe un sorbo, la mira directamente a los ojos y con aire condescendiente pregunta. - Bueno ¿y de qué querías hablar?, deberías controlarte, parece menti...

La asunción de nuevas situaciones requiere un cambio de escenario. No olvido que hace tiempo que bajé del mismo, pero seguía allí, acumulando polvo. Traté de reponer la obra que llevaba interpretando ya varios años, pero resultó un profundo fracaso que, en cierto modo, me costó sobrellevar. No me gusta perder, no me gusta que me nieguen lo que seguramente sería infinitamente más divertido si fuera mío, pero tampoco me gusta contemplar el fracaso más de lo necesario. Claro que no todo es así de simple, ya lo sé, pero de alguna forma hay que empezar. Así que... comenzamos.

Imagina que pudieras levantarte de una siesta tardía, después de haber calentado apasionadamente las sábanas con el gran amor de tu vida, al que deseas desde que eras una niña. Has pasado la mañana con él, paseando con los perros por el pinar, en un descanso os habéis tumbado un rato al sol, hasta sentir por completo su calor. Después de comer subisteis entre risas y coqueteos hasta vuestra habitación, no hay niños en casa, tenéis toda la tarde para disfrutar. Más tarde os vence el sueño y despiertas mirando la luz del atardecer que entra por la puerta del balcón. Sales para despejarte, hay un absoluto silencio, no se escucha nada más que el aleteo de algún pájaro buscando refugio del intenso frio. Giras tu cabeza a la izquierda y ves la luna como nunca la habías visto antes. Esperas, tratando de sentir toda la paz que existe en ese instante. Y ahora dime una sola razón por la que cambiarías todo esto. Y yo te contestaré que no la hay.

Cómo pasan los días llenos de tantos acontecimientos que no me dejan tiempo ni para detenerme un momento aqui, a escribir lo que necesito escribir. Aunque de todas formas no podría hacerlo, porque no existen las palabras que puedan describir la melodía del silencio. No es un punto y final porque la música continúa en alguna parte, es tal vez la búsqueda de un ritmo concreto que consiga sacar de mi lo que siento. Pero sé que no lo voy a encontrar. Escucho y siento, pero no puedo describirlo aún, tal vez algún día lo haga, pero no será pronto, es posible que lo haga sin que otros ojos puedan escuchar. La intimidad es imprescindible cuando te concentras en no perder una sola nota. El cambio es lento, la evolución ha sido dificil y el despertar... inconmensurable.

Si desayunas conmigo olerás a menta caliente, con bizcocho. Si te duchas conmigo sentirás el calor del agua casi hirviendo. Si te vistes conmigo, te acariciará el suave algodón. Si conduces de camino al trabajo, atravesarás la noche más cerrada. Si miras el fondo de pantalla del monitor verás esta imagen. Es un tigre impresionantemente bello. Si miras por la ventana habrá una iglesia antigua, coronada por un campanario. Si me llamas al móvil sonará Clocks de Colplay. La grabé directamente de YouTube. Si sales a desayunar, será coca-cola y tortilla de patatas, con un cigarro de postre. Si regresas a casa, te esperarán Conan y Patonetes, dispuestos a llenarte de besos. Si enciendes el ordenador, escribirás en el color del cristal y colorearás la invisible pantalla que nos une.

Bueno, y tras este calentón hormonal que me ha venido tan bien porque no he sentido, ni siento, el frío que está cayendo, espero que como siempre todo vuelva a su rutinario cauce. Navegar por un río embravecido está realmente bien, pero si lo haces durante mucho tiempo vas, y te ahogas. Es lo que tiene la supervivencia, o más bien la necesidad de cordura, que tienes que echar el freno y amarrar las riendas, que galopar un caballo desbocado no tiene nada de seductor, y sí lo tiene montarlo, a fondo. Ganas me han dado de hacer alguna locura, pero ya he sumado tantas que mi intuición me dice que el cielo puede esperar. Lo vi en tus ojos. O tal vez fue lo que quise ver, aunque pondría el cuello en la guillotina sin temor a equivocarme, así de segura estoy de lo que sientes y de que no lo quieres sentir. Sí preferiría, sin embargo, que no vuelva a pasar tanto tiempo sin que tu presencia ilumine el espacio que te rodea, aunque debe ser que hasta eso es ya demasiada petición para ta...

Me he pasado media vida buscando la melodía y ahora la escucho, nítida, clara, sólo tienes que estar a mi lado y la música revolotea a nuestro alrededor, ¿puedes escucharla?. No es felicidad, no es alegría, es la realidad que ha cambiado, me siento viajando a través de un mundo en el que nunca había estado antes, el ritmo se acelera, nos traspasa, ¿puedes sentirlo?. Déjate llevar, no pienses que no puede ser real, lo es, aqui está, sólo para ti y para mi, siempre ha sido así, no importa cuanto tiempo ha pasado, se ha evaporado en miles de gotas que nos inundan y nos invitan a beberlo, ¿puedes imaginarlo?.

Me coges de la mano y me llevas donde nadie más ha estado. Me miras y me atraes hacia ti, dejando que sienta como no me dejarás escapar. Besas suavemente mi cuello y subes hasta mi mejilla, alcanzas mi boca, sabes que no podré resistirme y continúas haciéndome estremecer. Tus manos saben como hacerme vibrar, consigues que no sienta nada más que tu luz, caliente, inundando todo mi cuerpo. No sé quien era antes de ahora, no sé qué importa si no es este momento, no sé qué siento si no eres tú. No dejes que desaparezca esta brillante y ardiente sensación, no te separes de mi, no dejes que nada ni nadie se atreva a tocar un centímetro de mi piel, déjame vivir en ti, no quiero que acabe, sé que nunca más volveré a sentirme así.

Camina lentamente hacia la casa, con aspecto cansado, sus pisadas van dejando huella en la nieve, atrás queda la noche helada. Los copos caen sobre su rostro y se licúan, confundiéndose con las lágrimas que queman sobre sus mejillas. Le ha costado toda una vida llegar hasta el cálido umbral, y ahora que se encuentra frente a él, no encuentra qué sentido tiene atravesarlo. Sabe lo que le espera dentro, sabe que ese es su sitio. Cae sobre su rodillas, rendida, buscando una respuesta que no llegará.

Ha pasado una semana desde la última entrada y parece que haya pasado un mes. Estoy agotada, tengo encefalograma plano y las ideas se arremolinan en mi cabeza sin llegar a tomar forma. No sé escribir lo que no pelea por salir de mi y estoy tan cansada que no hay nada en mi interior que tenga el más mínimo interés en armar barullo. Soy un remanso de paz emocional porque mis sentidos están embotados de madrugones, reuniones, llamadas, desayunos imposibles, montones de papeles, tráfico, semáforos y lluvia. Sin embargo esta aparente calma parece que tiene un fundamento que va tomando forma. Es posible que muchas de las tormentas tuvieran su origen en el dolor por la ausencia de mi padre, que poco a poco va acallándose y que otras inquietudes se acrecentaran por exceso de tiempo libre y ese pasatiempo que tan bien se me dá de darle vueltas a las cosas, así que tal vez la calma surja en realidad desde el interior. No lo sabré hasta que pase más tiempo, pero por ahora el cielo sigue d...

Trato de no pensar en ti, pero este día que vuelca sus lágrimas sobre mi no parece dejarme otra opción. Ya hace tiempo que me rendí a la evidencia de que dejaste de quererme. Desde entonces trato de comenzar un nuevo camino, aunque la herida que me has dibujado en la piel va a hacer que te recuerde para siempre con dolor, con tanto dolor que he llegado a pensar que no cabría más el amor. He pasado una eternidad perdida en un inmenso desierto helado, que no me dejaba sentir ni el calor de mi propia piel. La soledad que he tenido que soportar ha sido tan devastadora, que no sé como acercarme a alguien sin temer que al hacerlo me rompa y desaparecezca para siempre. No sólo no puedo quererte, he creído que no podría volver a querer a nadie más. Sin embargo me sorprendo pensando en él, recuerdo la calidez de su sonrisa y su mirada cómplice. Aunque por fin ya adiviné que nunca cruzará el límite que lo separa de mi, no me importa, porque sé que después de haberlo perdido todo, no pue...

Claro que estoy enamorada de ti. He pasado años soñando como sería estar contigo, acariciarte, amarte, ser parte de tu vida y de tu alegría. Pero elegiste estar con ella. También es cierto que no moví un dedo, ni luché por ti, pero amor mío, deberías saber que lo que te hace único, lo que nos hace únicos a cualquiera de nosotros, es la forma en que disponemos de nuestra libertad. Cuando me la presentaron me miró como si le fuera a robar la vida, así que sabía que podría hacerlo. Aunque ya entonces no tenía ninguna duda, fue en ese momento cuando estuve segura que ella no se sentía suficiente para ti. Sin embargo, no me siento cómoda siendo el verdugo de nadie, no me lo perdonaría. Sabes que te quiero, pero no reclamaré tu atención, ni te pondré trampas en las que no podrás evitar caer, ni te obligaré a dar ningún paso que no quieras dar. Por eso sabes que te quiero, y por eso vuelves a mi, sin poder evitarlo. Lo haces porque quieres hacerlo, nada más, sin compromisos, ni promesas...

Y es que lo más duro es sentir miedo al pensar cómo podría cambiar todo. No es que me haya acostumbrado a vivir como vivo, es que mi vida es así. Es la evolución de una mala idea, surgida en un momento de presión insoportable, pero es lo que hay. La otra opción era terrorífica, así que nunca me arrepentí de haber tomado el camino que tomé. Hasta que pasó el tiempo suficiente para olvidar, y empecé a ahogarme. Después aprendí a respirar sin aire, y entonces me miré al espejo y vi que hacía mucho tiempo que había muerto. Tampoco me importó. Sé el frío que hace fuera de esta fortaleza que he construido a mi alrededor, sé que sólo existirá el vacío de una soledad que ni siquiera podré en apariencia, como ahora, apaciguar. Sin embargo, te acercas a mi distraídamente, me sonríes, y mi corazón olvidado comienza a latir, molestándome, haciendo que la sangre vuelva a llenarme de calor. Y me obligas a pensar en cálidos abrazos, en miradas que lo comparten todo. Y sólo quiero pensar que ne...

No soy la mujer de la que estás enamorado, no he tenido tanta suerte. La vanidad te hace ser cruel, o tal vez sea la ignorancia de que me muero de amor por ti. Ha pasado el tiempo suficiente como para que pueda mirarte sin sentir que me absorbe el abismo del deseo, pero todavía late. Y para matarlo me ahogo en rutinas infinitas, en fantasías de realidades que nunca lo serán, ni lo han sido. Como ahora, que te estoy contando lo que ya sabes. Hasta me hace feliz ver cómo disfrutas despreciando lo que es tuyo, porque así consigo que al menos regreses para celebrar tu victoria. Es una lástima que creas que el amor es para siempre, porque no es cierto. Ni siquiera el mio.

Como ahora tengo un megaordenador nuevo, he cargado el Commandos 3 y preveo que voy a derrochar las horas jugando. No conozco una forma de evasión mejor que jugar hasta perder la capacidad de pensar en otra cosa. A ver si sacan una versión del Commandos, pero con piratas. Igual ya la hay y no me he enterado, pero creo que no, y estaría muy bien. En fin, me voy a tratar de ganar una guerra, que es lo que en realidad me gusta.

Si es que todo me pilla ya de vuelta. Cualquier sentimiento ya lo he sentido antes, cualquier situación ya la he vivido antes, no exactamente, claro, pero si tan parecida que no me sorprende en absoluto. No me creo las celebraciones, porque no las siento como tales, han sido tantas que no se celebra lo que es una costumbre. Ni me creo los duelos, porque mi corazón ya está desbordado de ellos, además desde hace una eternidad. Sintiéndolo todo, en realidad ya no siento nada. Trato de sentir a través de otros, escucho sus experiencias y siempre llego a la misma conclusión, y es que eso ya lo viví, ya lo sentí, y volver a hacerlo no provoca la misma sensación. La vida es un ciclo que irremediablemente se torna aburrido, y parece que no hay otro remedio que seguir dando vueltas, como hace todo el mundo. Y un día conoces a alguien que no baja la mirada aunque se sienta observado como un ratón de laboratorio. Que no elude adentrarse en lo más oscuro de lo que somos, que sigue el jue...

Si ves a M. dile que le quiero. No me importa qué es lo que va contestar, ni si ya lo sabía, o no. No me importa lo que ocurra después. Sólo quiero que sepa que le quiero. Ya sé que es tarde, tan tarde que el mundo ha girado tantas veces en el espacio que ya no recuerda donde estaba cuando nos miramos a los ojos por primera vez. Sé que no se puede volver atrás, que las heridas no desaparecen, que perdí la batalla, la guerra y la vida, que no tengo nada, ni soy nada, que ya no existo para él. Pero, aún así, quiero que sepa que le quiero. Tal vez piensas que podría decirselo yo, le veo cada día, duermo con él, vivo con él, y sin embargo... Querido amigo, dile a M. que le quiero.