Rendición

Camina lentamente hacia la casa, con aspecto cansado, sus pisadas van dejando huella en la nieve, atrás queda la noche helada.
Los copos caen sobre su rostro y se licúan, confundiéndose con las lágrimas que queman sobre sus mejillas.

Le ha costado toda una vida llegar hasta el cálido umbral, y ahora que se encuentra frente a él, no encuentra qué sentido tiene atravesarlo.
Sabe lo que le espera dentro, sabe que ese es su sitio.

Cae sobre su rodillas, rendida, buscando una respuesta que no llegará.

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