Love is in the air

Al menos hoy es el primer día que he abierto todas las ventanas de la casa para que entre el calor, he salido a dar una vuelta por el jardín y he disfrutado de las flores de los prunos de la entrada.
Me encanta la primavera, y más aún cuando me pilla con ganas de comerme el mundo.
No quiero ponerme a recordar, pero creo que hace ya años que esto no me pasaba, así que lo celebro.
La Reina se ha marchado a la playa el viernes y no vuelve hasta mañana, así que el Oráculo y yo hemos aprovechado para disfrutar cada minuto de estar juntos y a solas.
Creo que no lo pasábamos tan bien desde mucho tiempo, y para colmo ha sido fin de semana de carreras, con una de las mejores que hemos visto en años.
Empiezo a pensar que es muy posible que la subida de temperatura de esta primavera haya tenido su epicentro en el mismísimo corazón de nuestro hogar.
Iba a escribir más, pero el olor de las tortitas me atrae sin remedio a la cocina, no voy a esperar a que el Oráculo me llame.
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