Furia

No consigo pensar en ti como en una persona, sólo eres un animal salvaje al que hay que aniquilar y que sigue vivo, tan sólo, porque disfruto observando cómo la tortura te somete a la indignidad más absoluta.
Mi venganza se ha hecho realidad y siento placer consiguiendo que sufras, aunque sé que no llegarás al punto en que yo lo hice, porque no sabes ni que existe ese camino, deberías tener corazón para saberlo.
Cómo se transforma la adoración en odio, el amor en furia.
Sólo fue necesario que un amigo me abriera la puerta que tenías cerrada y me enseñara la realidad, hábilmente oculta bajo tus halagos y sonrisas.
Tanta atención, tanta dedicación, ya me había preguntado a qué se debía tu interés y cuando lo supe sólo tuve que dejar que lo poco que me queda de humanidad muriera.
Nunca tuve la más mínima duda de que debía acabar contigo, aunque al hacerlo supiera que todo mi amor desaparecería también, para siempre.
Aún sueño con aquellos días en que nuestras miradas se cruzaban cómplices y pensábamos en cuando llegaría el momento de abandonarnos a nuestros deseos.
Pero ya no eres tú quien protagoniza mis pasiones, sólo es tu imagen, la efigie vacía y sin alma que se mantiene viva gracias al aliento de mi amor.
Confórmate con el hastío de tu vida, sigue jactándote frente al espejo soñando con que una vez pude haber sido tuya. Nunca habría ocurrido.
Comentarios
Publicar un comentario