No hay cuchara

Hacía mucho que no veía Matrix.
Es un placer comprobar como convierte en creíble pensar que la vida que vivimos no es la realidad, sentir que es un sueño o tal vez, una pesadilla.


Creo que no hay libertad más grande que la de saber que no hay límite alguno para la imaginación, todo es posible mientras lo deseamos y mientras lo soñamos.

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