Hush

Entonces podemos elegir entre sentirnos permanentemente melancólicos por no poder aliviar el sufrimiento de los demás, o asumir la realidad y mirar para otro lado.
Limitarnos a aquello que podamos controlar, a lo que no nos haga a la vez daño a nosotros mismos.
Alejarnos lo suficiente para no caer arrastrados y ser nosotros entonces los que necesitemos ayuda.
Hay quien puede entender la lejanía como indiferencia, aunque no sea así. Dependerá de lo mucho que realmente se entienda a quien prefiere mantenerse al margen.
Comentarios
Publicar un comentario