Las comillas

Ahora que ya había tirado la toalla, me tientan con una oferta que no puedo rechazar. Sé que eso supondrá alejarme del equilibrio que había conseguido encontrar, que tendré que desarrollar mi vida como "se" espera que haga.
Madrugaré, haré que trabajo durante siete horas al día, cuando me bastará con media, tendré que relacionarme con gente a la que no conozco y que tendrán que incorporame a su día a día. Fingiré que me gusta hacer lo que hago, pero lo haré sólo por la pasta.
No quiero trabajar de este modo, pero no me queda otro remedio, o si, podría explicar por qué no quiero hacerlo así, pero sería tan complicado que lo entendieran "quienes" insisten en que es una buenísima oportunidad, que sencillamente paso.
En fin, también tengo que reconocer que ya ha pasado el tiempo suficiente para que hubiera dado algún paso en alguna dirección, que no he dado, pero ahí están los motivos por los que no lo he hecho.
Por lo visto tampoco hay "quien" pueda entenderlos, así que, en definitiva, esto es lo que hay.
Comentarios
Publicar un comentario