Elijo equivocarme

Desde que empecé a trabajar mis sentidos andan embotados, la rutina puede con mi ánimo y mi ilusión. Trato de mantenerme lo suficientemente viva como para afrontar cada madrugón de lunes, aguantar como sea la semana y llegar al finde para descansar y poder volver a empezar. Para eso me pagan, como a todos, pero una vez más pienso en si no hay otra forma de conseguirlo.
Elijo equivocarme y continuar, elijo el camino aparentemente más cómodo de obtener seguridad y no elijo disfrutar de cada día y cada momento. Sólo espero que llegue el día en que sea capaz de tener el valor de decidirme a cambiar de vida, aunque no sé como va a llegar ese día si no hago más que darle la espalda.
Por ahora sólo sé que me voy a tratar de cambiar el chip, sin mucha seguridad de que lo vaya a conseguir. Tal vez sólo sea que necesito unas vacaciones.
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