Racord
El despacho del encargado estaba al fondo del estrecho pasillo.
La puerta oscurecida por el humo que llegaba de la cocina había vivido años mejores, el pomo estaba ennegrecido y apenas brillaba por el lugar en el que apoyó la mano y abrió.
La puerta oscurecida por el humo que llegaba de la cocina había vivido años mejores, el pomo estaba ennegrecido y apenas brillaba por el lugar en el que apoyó la mano y abrió.
- Jefe, vengo a pedirle algo.
Estaba sentado tras la mesa, recostado sobre un mugriento sillón de aspecto tan desgastado como él mismo, leyendo una revista que apoyaba sobre su grueso abdomen.
Levantó la mirada, resopló y bajó sus gafas hasta la punta de la nariz.
- Dígame, Martínez.
- Dígame, Martínez.
- Sé que llevo poco tiempo aquí, pero creo que estoy haciendo un buen trabajo.
Martínez apenas superaba los veinte años y aún así, había visto más series y películas que todas las personas a las que había conocido, incluso aquellas que le doblaban o triplicaban su edad.
Desde muy pequeño disfrutaba con el séptimo arte y cuando reunía algo de dinero, lo gastaba en rodar cortos que después presentaba en festivales. Su sueño era rodar un largometraje para las grandes salas de cine, pero mientras tanto, trabajaba de chico para todo en el bar.
Martínez apenas superaba los veinte años y aún así, había visto más series y películas que todas las personas a las que había conocido, incluso aquellas que le doblaban o triplicaban su edad.
Desde muy pequeño disfrutaba con el séptimo arte y cuando reunía algo de dinero, lo gastaba en rodar cortos que después presentaba en festivales. Su sueño era rodar un largometraje para las grandes salas de cine, pero mientras tanto, trabajaba de chico para todo en el bar.
El encargado volvió a resoplar como única respuesta, y Martínez continuó.
- Está bien, no le haré perder el tiempo, jefe. Iré al grano. Llevo siete meses trabajando, sé que debería seguir unos meses más para pedírselo, pero... creo que es un buen momento para romper el rácord.
En los casi sesenta años que llevaba a cuestas el encargado no había escuchado nada parecido, lo que hizo que se removiera en el sillón.
- De qué demonios me habla, Martínez.
- De que este plano secuencia laboral ha durado suficiente, es el mejor momento.
- Por el amor de Dios, soy demasiado viejo para esto...
- Pero si está claro, el pueblo se queda desierto en agosto porque la gente se va a la playa y casi no hay trabajo que hacer por aqui, mejor desconectar ahora que después. Con una semana me apaño.
Palabra del día:
racord
Tb. rácord.
Del fr. raccord; propiamente 'conexión'.
1. m. Cinem. y TV. Relación de continuidad entre los diferentes planos de una filmación a fin de que no rompan la ilusión de secuencia ni la verosimilitud. En esa secuencia hay un fallo de racord.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados
Palabra del día:
racord
Tb. rácord.
Del fr. raccord; propiamente 'conexión'.
1. m. Cinem. y TV. Relación de continuidad entre los diferentes planos de una filmación a fin de que no rompan la ilusión de secuencia ni la verosimilitud. En esa secuencia hay un fallo de racord.
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