Me faltan palabras

A medida que recupero (volver a un estado de normalidad después de haber pasado por una situación difícil) mi libertad (estado o condición de quien no es esclavo), voy valorando (apreciar el valor o mérito de algo) la realidad (lo que ocurre verdaderamente, en contraposición con lo fantástico e ilusorio) que me rodea (cercar algo cogiéndolo en medio).

El amor (sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser) que sentía (experimentar sensaciones producidas por causas externas o internas) y padecía (sentir física y corporalmente un daño, dolor, enfermedad, pena o castigo, soportar agravios, injurias y pesares, sufrir algo nocivo o desventajoso) se transformó (hacer cambiar de forma a algo) para encontrarse (dicho de dos cosas: hallarse y concurrir juntas a un mismo lugar) a sí (sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear) mismo (exactamente igual).

Mi sagrada (que es objeto de culto por su relación con fuerzas sobrenaturales de carácter apartado o desconocido) libertad (facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos), tantas veces te he manipulado (intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares) por el egoísmo (excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés) de mi necesidad (aquello a lo cual es imposible sustraerse, faltar o resistir), cuantas veces más tendré que equivocarme (tomar algo por otra cosa, juzgando u obrando desacertadamente) y rogarte (instar con súplicas) que vuelvas (constituir nuevamente a algo en el estado que antes tenía).

Comentarios