Me gustan las chimeneas de leña, pero siempre me ha parecido que tienen el inconveniente de resultar muy sucias. En la casa de mis padres hay una enorme en el salón y antes de ponerle un cassette, se ponía todo perdido de ceniza, por mucho cuidado que tuvieras. El cassette arregló el problema, pero había que limpiar el cristal cada vez que se encendía, y al poco tiempo, otra vez comenzaba a ennegrecerse. Ganamos en pulcritud, pero se perdió la magia, como por cierto ocurre con todo lo que es realmente bueno. Cuando compramos nuestra casa tenía una chimenea en la esquina del salón, acabé tan harta de ella que cuando hice la reforma fue lo primero que quité, pero ahora que he visto lo que hay de nuevo , al menos para mi que no lo conocía, estoy planteándome volver a ponerla. Ya sé que no es lo mismo el gas que la leña, no suena ni huele igual, pero con la solución de los cristales creo que esos inconvenientes tal vez se reduzcan al mínimo en la balanza. Daros una vuelta por la g...